DENVER.- Al margen de lo entretenido que fue el partido entre México y Estados Unidos, mucha afición que se dio cita al estadio de los Broncos tomó una actitud reprobable.
El grito homofóbico continúa escuchándose, hubo desfile de espontáneos y además, llovieron vasos de cerveza que llegaron a impactar en el rostro de los jugadores estadounidenses mientras estos celebraran sus goles.
Eso fue castigado por el entrenador del equipo de las Barras y las Estrellas, Greg Berhalter, quien lo calificó como una falta de respeto.
“Una falta de respeto, pero pudo haber sido peor. Este juego está en sintonía con la herencia de la rivalidad entre México y Estados Unidos. Estos equipos y los que nos precedieron eran rivales, se ha convertido en un clásico. Esto forma parte del futbol”, señaló el estratega.
En cuanto al resultado, Berhalter rescató la actitud de los jugadores jóvenes, que considera, deben de aprender a asimilar las grandes victorias.
“Muy importante. Los jóvenes deben aprender a vencer. Este juego fue muy difícil, fue una cuestión de planificar el juego, ejecutar el plan, pero también de lucha. Para los jóvenes fue muy importante ganar este partido, se deben de acostumbrar a estos resultados”, puntualizó.