En un encuentro por la Segunda División del fútbol polaco, el arquero del Rozwój Katowice, equipo que jugaba de visitante, cometió un error injustificable que les costó ponerse 2-0 por debajo en el marcador.
Ante un saque desde el campo del contrario, dejó que el balón le picara muy alto, superándolo y colándose en su valla, a pesar de su intento tardío por impedirlo.
El técnico del Radomiak, conjunto que jugaba de local, ordenó a sus jugadores permitir la igualada en el saque desde el centro del campo del rival, como muestra de que no querían aumentar su ventaja con un gol “injusto”.
El encuentro continuó, y el conjunto dirigido por el polaco Jerzy Cyrak terminó venciendo 4-1 y ratificando la superioridad que tuvieron durante la mayoría de los pasajes del compromiso.
Un gesto como el de este equipo no suele verse en ninguno de los niveles del fútbol profesional, en el cual la competitividad está normalmente por encima de algunos principios morales.
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Aunque precisamente el Radomiak Radom, a pesar de haber “regalado” una anotación, no abandonó el partido y terminó imponiéndose por goleada.
Con este resultado, mantienen el invicto en el comienzo de la categoría de plata de Polonia, donde comparten la punta con el Warta Poznan: ambos tienen 9 puntos, aunque en el gol average se imponen los de Cyrak, con +6, sobre el +5 de sus rivales.
Con 8 goles a favor y solo 2 en contra, el club ha iniciado con buen pie su intento por alcanzar la Primera División, en el torneo que otorga tres cupos que deben disputar 18 equipos.
En la próxima jornada deberán superar al último clasificado de la tabla, el Legionovia, que hasta la fecha es el único que no ha logrado puntuar.
