Todos recordamos al mediocampista inglés David Beckham de su paso por clubes como el Manchester United, el Real Madrid de “los Galácticos”, el Milán de Italia o Los Angeles Galaxy, en la Major League Soccer (MLS), liga de los Estados Unidos.
Pero Beckham, tras su retiro, se empeñó en una cruzada por instalar una nueva franquicia precisamente en la MLS, una liga cuyo atractivo ha ido en crecimiento los últimos años, gracias a la llegada de estrellas de talla mundial, aunque normalmente en el ocaso de sus carreras.
El inglés fue uno de los protagonistas de ese auge en el fútbol estadounidense, con su llegada al Galaxy en el año 2007, cuando todavía era pieza muy importante en el Real Madrid.
En 2013, jugando en el Paris Saint-Germain francés, se retiró definitivamente de las canchas, para un año después emprender el proyecto que hoy da un importante paso, con el grupo de inversión Miami Beckham United.
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En principio, se esperaba que la franquicia debutara en la liga entre 2016 y el presente año, aunque trabas de toda índole han retrasado los planes del grupo, que ahora pone la mira para que el balón ruede en 2020 en el futuro estadio que pretenden construir en el vecindario Overtown. El mismo tendría 25.000 puestos para los espectadores y costaría 300 millones de dólares.
Si bien el permiso concedido por la MLS, y anunciado por su comisionado, Don Garber, representa un importante avance, todavía quedan muchos aspectos por despajar de cara a concretar el proyecto.
Uno de ellos es el reclamo de los habitantes de Spring Garden, un vecindario cercano a donde estaría la sede del conjunto, quienes consideran que su construcción devaluaría sus propiedades.
Bruce Matheson, multimillonario del sector inmobiliario con negocios en la zona, busca el impedimento para levantar el coliseo que albergaría los partidos del conjunto de la Florida, aunque este ya recibió permisos de las autoridades del condado de Miami-Dade.
